Más allá de ser un juego tradicional que, generalmente, llega con los vientos del otoño e invierno esta es una práctica que aporta grandes beneficios a los niños, como desarrollo de habilidades motoras, aprendizaje colaborativo, tolerancia a la frustración y fortalecimiento de valores como la paciencia, la perseverancia y el trabajo en equipo.
Es importante rescatar la tradición. Hoy en día, niños y niñas de todas las edades pasan más de dos horas frente a las pantallas, de modo que este juego se convierte en una excelente excusa para que las familias disfruten al aire libre, se unan, disfruten y compartan.
Con esta idea la E.I.I. Doña Carmela a lo largo de toda esta semana a realizado diferentes experiencias con nuestros peques donde la libertad de experimentar y jugar con el viento desde lanzar papeles, jugar con cintas, explotar pompas, decorar una cometa 🪁, se ha convertido en una vivencia llena de emociones y diversión donde todos hemos disfrutado.
Deja tu comentario